PROPUESTA QUE PRESENTA LA AGRUPACIÓN CIUDADANA INDEPENDIENTE PARA
ARANJUEZ (acipa) AL PLENO DE LA CORPORACIÓN PARA QUE SE INSTE AL MINISTERIO DE
MEDIO AMBIENTE A RECUPERAR DEL PROYECTO DE CENTRO DEL PAISAJE EN LA CASA GRANDE
DEL REAL CORTIJO DE SAN ISIDRO O CONTEMPLE USOS ALTERNATIVOS.
Nota de Prensa,
Grupo Municipal ACIPA.
A lo largo de
esta legislatura han sido elevadas a Pleno una serie de propuestas por
distintos grupos políticos de la Corporación, relacionadas con la Entidad Local
Menor del Real Cortijo de San Isidro. Desde las más recientes, como la que
demandaba la puesta en marcha del tan necesario Convenio entre la Junta Vecinal
y el Ayuntamiento de Aranjuez, hasta la solicitud de cesión del Refugio Juvenil
al Ayuntamiento de Aranjuez, la necesidad de creación de una comisión conjunta
entre ambas entidades para la titularidad y gestión del mismo, pasando por
propuestas de mejora de accesos como el del Puente de la Reina.
Por nuestra
parte, además del apoyo a estas iniciativas, hemos puesto de manifiesto la
inequívoca naturaleza agrícola del Real Cortijo de San Isidro lo que le haría
merecedor de las ayudas al entorno rural que ya disfrutan otros municipios de
nuestra comarca. Ya destacamos el gran protagonismo en la gestación del Paisaje
Cultural de Aranjuez de la agricultura, siendo a su vez el origen, el
instrumento y la excusa para la materialización de las joyas hidráulicas que
jalonan nuestro Paisaje, en aquellas zonas estén o no dentro de la zona
geográfica declarada Patrimonio Mundial. Señalábamos que ya Álvarez de Quindós,
en su descripción histórica de Aranjuez, afirmaba que el Rey Carlos III, deseoso de fomentar en el Reyno la
agricultura, quiso proponer a sus vasallos su real exemplo en este sitio de
Aranjuez para que les sirviese de superior estímulo, siendo este entorno un
auténtico centro de experimentación y de investigación agraria, dentro de las
apuestas por la ciencia de los Ilustrados.
Una vez
puesto de manifiesto la importancia de la agricultura para la configuración del
paisaje (teniendo en cuenta por añadidura las obras hidráulicas necesarias para
su desarrollo) adentrándonos más en este concepto, cabe decir que la categoría
de Paisaje Cultural, como el de Aranjuez, surge para reconocer y proteger
aquellos entornos o lugares conformados no solo por la intervención del hombre
o por la existencia de bienes naturales, sino como obra conjunta del ser humano
y la naturaleza, siendo una categoría ya afianzada y más correctamente definida
tras sucesivos convenios, como el de Florencia, el Convenio Europeo del
Paisaje.
Como patrón
para delimitar el Paisaje Cultural de Aranjuez, inscrito en 2001 en la lista de
Patrimonio Mundial, se utilizaron las mismas dimensiones geográficas que las
empleadas para la declaración de Aranjuez como Conjunto Histórico en 1983. No
obstante, y pese a lo dicho en el encabezamiento (pese a la importancia
agrícola, foco de experimentación y su ligazón al Paisaje) el Real Cortijo de
San Isidro quedó fuera de esa área declarada Paisaje Cultural. Un
contrasentido, pese a su indudable origen en la transformación del espacio y en
lo novedoso de su utilidad (como por ejemplo el patrocinio de experimentos a
fin de introducir nuevas plantaciones en los Reales Sitios). Contrasentido al
que esperamos se ponga remedio en un futuro lo más próximo posible.
Este origen
como entorno o finca de experimentación agraria ancla sus raíces en los
trabajos que se iniciaron a partir de 1760 por orden de Carlos III con el fin
de combinar aquellas tierras destinadas a huerta con los prados para la cría de
ganado lechero así como el cultivo de variedades de vid y olivo, que se vio
intensificado más de veinte años después, a partir de 1786. Conjuntamente con
este desarrollo agrario se fue organizando una finca delimitada por cercas y
tapias, irrigado por unos sistemas de riego que aún hoy se conservan. Además de
esto, la intervención humana también se sustanció en la construcción de una
serie de edificios, como un cuarto para los monarcas o Casa Grande (1770) y
otras dependencias, una singularísima bodega, lagar así como otras construcciones
como almacenes, pajares, etcétera.
El interés
del monarca ilustrado fue más allá, más que el del mero utilitarismo o fin
productivo, sino también artístico, como demuestra el diseño de un cenador con
pérgolas de hierro como foco del que irradiaba un trazado de emparrados
diseñado en 1788 por Isidro González Velázquez. Ya con Carlos IV, la propiedad
se cedió a Manuel Godoy y se introdujeron nuevas mejoras desde el punto de
vista de la explotación agrícola o ganadera. No vamos a extendernos más acerca
de la importancia histórica del Real Cortijo o sus valores para ser merecedor
de su inclusión en el ámbito inscrito como Patrimonio Mundial, pues han quedado
ya de manifiesto.
Vamos a
centrarnos en un proyecto, en uno de esos proyectos que se anuncian con pompa y
fanfarrias pero que con el paso del tiempo se encierran en un cajón y duermen
el sueño de los justos. De un proyecto que tenía como objetivo la puesta en
marcha de iniciativas de conservación, recuperación, información y puesta en valor
de la riqueza paisajística de nuestro entorno. Estamos hablando del proyecto
del Centro Nacional del Paisaje, que iba a ubicarse en uno de esos históricos
edificios del Real Cortijo de San Isidro, la Casa Grande. Estamos hablando de
un proyecto de esos que cumplen punto por punto el itinerario de esas
iniciativas malogradas que acaban en el olvido.
El Centro
Nacional del Paisaje, tal y como rezaban publicaciones del momento (anunciando
su inminente llegada) iba a ser un importante referente de cara a los dos
programas que mantiene nuestro país con la UNESCO, como son los trabajos de los
Paisajes Culturales Patrimonio Mundial de España (Aranjuez era el único hasta
hace muy pocos años) y los relacionados con los Paisajes Naturales que se
relacionan con el programa MaB de las Reservas de la Biosfera en España (Man and Biosphere, con la pretensión del
fomento de la investigación, formación y educación sobre biodiversidad y
mantenimiento del equilibrio entre el respeto natural y la actividad humana). Y
Por supuesto, qué mejor sitio para el desarrollo de estos programas que
Aranjuez.
El esbozo y
la necesidad de creación de este Centro Nacional del Paisaje surge del
protocolo de cooperación firmado entre el Ayuntamiento de Aranjuez y el
Ministerio de Medio Ambiente el 6 de diciembre de 2006, y reafirmado el 29 de
febrero de 2008 entre el Alcalde de Aranjuez y el Secretario de Estado de Medio
Ambiente en la misma sede ministerial. Este centro, como decíamos, se iba a
ubicar en la Casa Grande, propiedad del Ministerio, pero que debía ser objeto
de una profunda rehabilitación y adaptación para su nuevo uso. El 23 de marzo
de 2009 se licitó por procedimiento abierto la contratación de la obra de
rehabilitación de la Casa Grande, con un presupuesto base de licitación de
362.050,23 euros, IVA incluido. Sin embargo, apenas siete meses después se
anuló el procedimiento de adjudicación al observarse “errores en la elaboración
del presupuesto”, en el capítulo de la “instalación de la climatización,
valoración de la bomba de calor…”
Este
contratiempo (más bien una posible imprevisión a la hora de calcular
correctamente el coste final de las obras) sumó más retraso, siete meses más, a
la materialización de un protocolo firmado dos años antes. Finalmente, en mayo
de 2010 el Organismo Autónomo de Parques Nacionales del Ministerio de Medio
Ambiente publicó en el Boletín Oficial del Estado la adjudicación definitiva de
la obra de rehabilitación de la Casa Grande, con un presupuesto base de
licitación de 419.000 euros, a la empresa Imesapi, S.A., por un importe total
de 321.000 euros.
Pese a que
las publicaciones del momento decían que este centro tendría “carácter
nacional”, supondría un “referente importante” para los dos programas de España
con la UNESCO ya antes reseñado y cuyos contenidos, funciones y organización
fuera supervisado por un “grupo asesor de expertos del Ministerio de Medio
Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Tajo, Centros de Estudios del
Paisaje de Andalucía y Cataluña y universidades Politécnica y Complutense de
Madrid” entre otros… basta pasear por el Real Cortijo para comprobar que el
Centro del Paisaje no existe y que la Casa Grande no fue finalmente
rehabilitada, convirtiéndose en el enésimo proyecto fantasma en nuestra ciudad.
Desde acipa
consideramos que, en un momento en el que reclamamos que nuestra administración
cumpla con sus compromisos, también hay que exigir con la misma fuerza que el
resto de administraciones cumplan a su vez con los suyos para con Aranjuez. El
Ayuntamiento debe exigir al Ministerio de Medio Ambiente que materialice el
protocolo firmado hace casi 11 años y refrendado dos años después. Una
materialización que requiere, indiscutiblemente, de la aportación de los fondos
necesarios y suficientes para la rehabilitación total del histórico inmueble de
la Casa Grande, sin bajas probablemente temerarias y sin obras a medias.
No obstante,
tras siete años y tras la sensación de que el Ministerio no está demasiado
interesado en llevar a término este proyecto, entendemos que deben contemplarse
asimismo otra serie de iniciativas para devolver a este importante enclave una
utilidad que repercuta en más actividad e ingresos para el Real Cortijo de San
Isidro y por ende a Aranjuez, como podrían ser biblioteca, alojamiento rural,
residencias, espacios expositivos… contando con la colaboración de la Junta
Vecinal del Real Cortijo de San Isidro.
La Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) eleva al
Pleno de la Corporación las siguientes Propuestas:
·
Que se inste al Ministerio de Medio Ambiente a que, en virtud del
protocolo firmado con el Ayuntamiento de Aranjuez, recupere el proyecto de
Centro del Paisaje en la Casa Grande del Real Cortijo de San Isidro, destinando
para ello los fondos necesarios.
·
En caso de no recuperarse el último proyecto de 2010, que se contemple
con el Ministerio y con la participación de la Junta Vecinal la puesta en
marcha de otros proyectos o usos alternativos.
Propuesta
Pleno abril 2017
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