Nota de Prensa. Grupo Municipal Acipa.
Ya han
sido varias las propuestas que hemos llevado a Pleno en referencia a la
regeneración urbana y a la puesta en valor de los bienes del casco urbano de
Aranjuez y singularmente el área incluida en la zona Paisaje Cultural
Patrimonio de la Humanidad. Un área delimitada por las calles Reina, Valera,
Avenida Plaza de Toros-Paseo del Deleite y Foso, con una extensión que supera
holgadamente las 100 hectáreas de edificios, calles y plazas.
Hemos
explicado reiteradamente que los problemas que experimenta nuestro tejido
comercial derivan principalmente de una serie de circunstancias que no son
exclusivas de Aranjuez pero que aquí aún no hemos sabido revertir. Ante cada
una de ellas hemos pretendido aportar una solución. Debido al progresivo
deterioro de los inmuebles (algunos de ellos con antigüedades superiores a los
dos siglos, además de aquellos considerados monumentales como Palacio,
edificios ligados a la actividad del mismo, casas de jornada, edificación
civil, religiosa…) propusimos en 2015 la adhesión a programas de rehabilitación
financiados por el Ministerio de Fomento. Apoyamos también la propuesta para
que se reconociera la singularidad del casco histórico a fin de poder acceder a
dichas ayudas, y en 2016 presentamos una propuesta para pedir prorrogar y
adherirnos además a planes de regeneración urbana y áreas de rehabilitación
integral. Y ante el colapso circulatorio y unas estrategias de movilidad
ampliamente superadas en el tiempo, solicitamos en el pasado pleno la creación
de un plan de movilidad que resuelva en la medida de lo posible las carencias
que ofrece nuestro sistema viario, entendiendo esta cuestión imprescindible
para revitalizar económicamente el corazón de nuestra localidad.
El resto
de problemas, como la centrifugación poblacional, el progresivo envejecimiento
de la ciudadanía, el abandono de inmuebles… podrían tener solución adoptando
las medidas enumeradas antes, pero por sí solas probablemente se quedarían
cortas. La oferta inmobiliaria en el casco también es escasa e inevitable que
muchas personas acaben buscando nuevos espacios urbanos con mayores dotaciones.
El descenso de la presión poblacional podría verse revertido como en otras
ciudades con la terciarización, en especial la ocupación de inmuebles por
oficinas pero esto consideramos que a largo plazo no resolvería el problema,
sino que acrecentaría la falta de vitalidad del casco. Su vida no puede
depender en exclusiva de los horarios establecidos para estas actividades.
Otras ciudades han logrado revertir estos problemas con la llegada de
instalaciones universitarias, pero aunque esta empieza a ser incipiente en
Aranjuez todavía no se ha logrado que nuestra ciudad sea el núcleo de la vida
universitaria y punto de encuentro de sus estudiantes (función que
lamentablemente todavía hoy hacen los medios de transporte) En este sentido,
queda aún muchísimo camino por recorrer.
Recientemente,
dentro de las estrategias de dinamización del comercio y la hostelería
(encuadradas en el borrador del pacto por el empleo 2009-2017), se han puesto
sobre la mesa una serie de medidas que no vamos a enumerar al estar todavía al
albur del debate y la concertación de los grupos políticos, pero sí vamos a
resaltar que algunas de ellas pivotan sobre la necesidad de recuperar espacios
que han perdido su actividad, centrándose en el capítulo de los locales
comerciales cerrados. Esta iniciativa tampoco es novedosa pues ya anteriormente
ha habido iniciativas por parte de nuestro grupo para sacar rendimiento a los
locales de titularidad municipal. Respecto a los locales comerciales vacíos de
particulares, ya adelantamos que apostamos por políticas proactivas y no
penalizadoras, pues es evidente que la depresión económica que sufre nuestra
ciudad ha dañado intensamente al tejido comercial. Esta circunstancia ha
abocado al cierre precisamente a establecimientos situados en inmejorables
ubicaciones, y no creemos que deba penalizárseles doblemente.
Sin
embargo, el abandono no solo se hace patente con la existencia de locales
comerciales vacíos, sino también en la existencia de áreas vacías dentro de lo
que debería ser el núcleo comercial de la ciudad.
Cuando
hablábamos del deterioro del casco histórico, nos referíamos primordialmente a
la degradación física del entorno. Las antiguas edificaciones (como decíamos,
con dos o más siglos a sus espaldas) con tipologías de vivienda propias de la
época y con una calidad constructiva alejada de lo que sería deseable, acumulan
con el tiempo daños estructurales. Durante las épocas de expansión urbanística
se produjo un fenómeno de sustitución de edificaciones del siglo XVIII-XIX sin
categoría monumental por otras modernas aún siguiendo la tipología edificatoria
del casco histórico. Sin embargo, esta tasa de sustitución de edificios
(débilmente compensada por falta de fomento de la rehabilitación, que sería lo
deseable) cayó en picado con la crisis inmobiliaria. La débil apuesta por la
rehabilitación, y el inexorable deterioro de las construcciones, ha empujado a
un gran deterioro y la práctica ruina a manzanas enteras del casco histórico. Y
además, en aquellos casos en los que los inmuebles presentaban gran riesgo
estructural, se procedió a declararlas ruinosas y a su demolición. En muchas
ocasiones el tiempo transcurrido entre la demolición del edificio y la
construcción de uno nuevo en su lugar es excesivamente largo, lo que ha hecho
que no solo en Aranjuez sino en muchas ciudades de España proliferen los
solares vacíos. No digamos cuando la tasa de sustitución cae en picado a causa
de las crisis inmobiliarias.
Centrándonos
en nuestro caso, en el área descrita al principio, la declarada Patrimonio de
la Humanidad, existen al menos 15 solares sin edificar. Algunos de ellos
comprenden al menos la mitad de una manzana, como el existente entre las calles
Príncipe de la Paz, Gobernador y Abastos. Otros están en las inmediaciones de
áreas de importante carácter monumental, como en la parte trasera de la Real
Capilla de San Antonio, también de grandes dimensiones y el resto están
diseminados por buena parte del casco, la mayoría siguiendo el eje de la calle
Capitán y otras en el entorno de la intersección de las calles San Antonio y
Montesinos. Esta área precisamente, por la gran presencia de corralas
históricas muy deterioradas, es la que mayor riesgo corre de presentar en un
futuro no muy lejano amplias zonas sin construcciones. Los efectos de esta situación
a nivel comercial son por desgracia ya muy patentes.
Debido a
lo extendido de este fenómeno a lo largo y ancho de España, algunas ciudades
afectadas por este problema han implementado medidas para darle usos
transitorios a estos espacios urbanos que comúnmente presentan un avanzado
estado de abandono (en el caso de Aranjuez, estos solares, pese a estar
vallados, frecuentemente están sucios y en primavera y verano sufren la
proliferación de malezas no son retiradas) ya que el paisaje urbano que se ofrece
con una cierta concentración de solares no favorece la iniciativa comercial.
Una de las
ciudades pioneras a la hora de poner en marcha medidas de este tipo fue
Zaragoza, ciudad de casi 700.000 habitantes en cuyo centro histórico y
comercial proliferaban numerosos espacios vacíos. En el año 2006 se realizaron
en esta ciudad diversas intervenciones artísticas dentro de un programa
denominado “los vacíos cotidianos” en el marco de un festival de arte urbano.
Esta actividad sirvió como estímulo para que los vecinos de la zona, ante la
buena acogida de la iniciativa, realizara una petición a su Ayuntamiento para
que pusiera en uso estos solares, ante la falta de espacios en el centro de
esta ciudad. De esta manera surgió el programa “Esto no es un solar” impulsado
por dos arquitectos, más como una prolongación del programa del festival de
arte urbano que como iniciativa particular. Sin embargo, la idea tuvo muy buena
acogida tanto por parte de vecinos como de las instituciones. De esta manera,
se puso en marcha un proceso participativo entre vecinos y junta de distrito
para proponer el uso que debían tener dichos espacios.
En 2009 se
decidió acondicionar una colección de solares degradados del casco histórico,
al tiempo que se generaron 40 puestos de trabajo. Los cinco solares en los que
se actuó se destinaron a espacios deportivos, juegos o simplemente como lugares
de descanso, todo dentro de las necesidades vecinales.
Evidentemente,
al actuarse en áreas de titularidad privada, se procedió a gestionar con los
propietarios los permisos para intervenir en estos solares, así como una cesión
gratuita para un uso público transitorio por un mínimo de 12 meses. Además,
todas las intervenciones en los ámbitos debían ser reversibles. Como
herramienta de participación ciudadana se utilizó primordialmente internet y
las redes sociales.
El éxito
de este plan de 2009 fue rotundo. Tanto fue así, que en 2010 se duplicó el
presupuesto (pese a ser aún de muy bajo coste), se dio empleo a más de 60
personas y se amplió la actuación a áreas exteriores al casco histórico,
tratándose zonas como las riberas del Ebro. Los beneficios de la actuación, con
una baja inversión pública, consistieron en una clara mejora del espacio
público, acabando con zonas degradadas y molestas para los vecinos, se
aportaron soluciones a requerimientos vecinales, mejora de la cantidad y
calidad del espacio “público” y la inclusión de nuevos usos culturales.
Zaragoza
quizá sea, además de la pionera, el paradigma de este tipo de actuaciones en
solares urbanos. Muchas otras ciudades se han sumado a estas iniciativas, cada
una desarrollada dependiendo de la morfología urbana y sus necesidades. En
otras ciudades se han hecho convenios entre los propietarios privados y se les
invitó a adherirse a estas iniciativas (en algunos casos, espoleados por la
oferta de ventajas fiscales)
En el caso
de Aranjuez, los solares presentes en el casco urbano, a excepción de algunos
casos ya comentados, no se trata de grandes solares, por lo que el coste de
actuaciones puntuales sobre ellos sería menor que en ciudades como Zaragoza.
Los usos temporales, si finalmente se decide a poner en marcha esta u otra
iniciativa parecida, deberían plantearse tras hacer un pormenorizado
estudio de los lugares idóneos para cada
actividad, así como su conectividad con zonas peatonales o comerciales.
Cabe decir
que ya en Aranjuez, dentro de algunos centros escolares, se están llevando a
cabo iniciativas similares para el acondicionamiento de espacios dentro de los
mismos, con la reutilización y reciclaje de materiales (que permite, además de
la concienciación de la necesidad de reciclar, actuar a los niños de primera
mano en la mejora de su entorno) Por otra parte, podrían servir iniciativas de
este tipo para potenciar la presencia universitaria en Aranjuez, contando con
la colaboración de alumnos de la Facultad de Bellas Artes mediante la firma del
preceptivo convenio para que los espacios liberados provisionalmente puedan ser
objeto de intervenciones artísticas.
La
adopción de estas medidas en Aranjuez exige como primer paso la suscripción de
un convenio de cesión de uso por parte de los propietarios de solares en el
casco histórico a favor del Ayuntamiento de Aranjuez, con el criterio de
temporalidad que exige su utilización provisional. Cesión bien gratuita o bien
mediante incentivos a convenir. Como corolario, podemos decir que en este tipo
de espacios se podrían realizar actividades culturales, artísticas (entendiendo
que la cultura puede servir de elemento dinamizador del casco antiguo) contando
con la colaboración de la institución universitaria, así como otras
asociaciones culturales de nuestra localidad, contando a su vez con la
participación ciudadana para la asignación de usos a estos espacios. Lógicamente,
la actuación tampoco debería circunscribirse solo al área histórica, pero
entendemos que debería comenzar por el centro dada su relativa concentración de
solares y a su problemática comercial.
La
Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) eleva al Pleno de la Corporación las siguientes
Propuestas:
- Que se proceda, tras la elaboración de un registro de solares sin edificar en el casco histórico, a la suscripción de un convenio de cesión de uso de dichos solares con sus propietarios a favor del Ayuntamiento de Aranjuez para poner en marcha un programa y puedan ser utilizados como espacios públicos (espacios de expresión artística, jardines de bajo coste, espacios de recreo vecinales…)
- Que se firme un convenio de colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, así como otras asociaciones culturales de Aranjuez, para la adecuación y el uso de los solares de propietarios que se hayan adherido al convenio de cesión.
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