PROPUESTA
QUE PRESENTA LA AGRUPACIÓN CIUDADANA INDEPENDIENTE PARA ARANJUEZ (acipa) AL
PLENO DE LA CORPORACIÓN SOBRE LA NUEVA LEY DEL SUELO DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Y SUS AFECCIONES AL DESARROLLO DE LOS SECTORES URBANIZABLES NO SECTORIZADOS.
Aranjuez se encuentra sumido en una preocupante situación de
depresión económica de la que parece no poder salir. Más aún, parece
profundizar en ella como si un gigantesco maelstrom
se la estuviese tragando. Años, décadas… de gobiernos de todos los colores (a
nivel local, regional, nacional) no han logrado detener esta espiral. Tras años
de expansión en los que se ingresaban más de diez millones de euros anuales en
concepto de impuestos por actividad urbanística, se pasó a ingresar poco más de
medio millón, a lo que hubo que sumar la progresiva desmantelación del tejido
industrial de Aranjuez y el cierre de multitud de comercios y pequeñas empresas
a causa de la devaluación económica de los bolsillos de todos los Ribereños.
No es la primera vez que tocamos este tema, que ha sido objeto de
estudios, pactos y más pactos, comisiones… para al final tener una idea
meridianamente clara. Una idea que independientemente de ideologías y de
folcklore político, todos tienen interiorizada. Aranjuez, por diversas razones
que se han expresado muy profusamente a lo largo de los años, ha perdido
competitividad. No la ha perdido por carecer de fortalezas o potencialidades.
La ha perdido por no saber explotarlas, bien por incapacidades propias, o bien
a causa del marasmo administrativo que confluye en estos poco más de 200
kilómetros cuadrados.
Una vez introducido el debate, y toda vez que la inmensa mayoría
por no decir todos tenemos interiorizado que tenemos un problema, o varios, que
nos impide desarrollarnos de acuerdo a nuestras fortalezas (que por fortuna son
muchas) se debe poner solución. Ya hemos tenido ocasión de decir que Aranjuez
no puede permitirse cuatro años “en barbecho”, porque ya acumulamos un
considerable retraso con respecto a municipios de nuestro entorno, con mucho menos
nombre y potencialidades, pero que supieron hacer sus deberes a tiempo, o bien
tienen una idiosincrasia distinta que favorece otro tipo de desarrollo. También
hemos comentado que Aranjuez tiene sobre la mesa una serie de proyectos o
actuaciones que podríamos considerar “de Estado”, por ser totalmente
trascendentes a la lucha política y al juego de mayorías. Proyectos de ser o no
ser, generadores de empleo y actividad económica, que es justamente lo que
nuestra ciudad necesita para salir del agujero. No vamos a enumerarlos,
simplemente vamos a dejar constancia de su importancia para Aranjuez, y que
dependen de la buena sintonía de trabajo con el resto de administraciones que
confluyen en nuestra ciudad.
No somos los únicos, obviamente, preocupados por la marcha de
estos proyectos y la posibilidad de enderezar el rumbo económico de nuestra
ciudad. Entendemos que con diversos matices todos los grupos de la corporación
comparten esta visión. Han sido varias las iniciativas que a este respecto han
podido ser debatidas en sesión plenaria. Una de ellas solicitaba la revisión
del Plan General. Una hoja de ruta para el desarrollo urbanístico con más de 20
años de vigencia, por tanto enormemente extemporánea que en pasadas
legislaturas desde acipa solicitamos su revisión para adaptarlo a las nuevas
realidades y necesidades. Sin embargo, en esta ocasión, las circunstancias
obligaban a matizar esta petición. Estas circunstancias no eran otras que la
revisión de la Ley del Suelo que se estaba acometiendo en la Comunidad de
Madrid.
Tras años de vaivenes, con la introducción de medidas que
demostraron no ser eficaces para frenar la especulación y que introdujeron
inseguridad jurídica, como aquella famosa ley incluida en la de “medidas
urgentes” que limitaba las alturas en desarrollos posteriores a 2007 a tres
plantas más ático, salvo en el caso de la “edificación singular”, debidamente
justificada. Esta ley, concebida para evitar la construcción de grandes urbanizaciones
en medio de la nada, ha sido objeto de múltiples interpretaciones judiciales y
lejos de añadir claridad, hizo naufragar desarrollos enteros, algunos de tanto tronío como la operación Calderón o
Chamartín. También tuvo implicación en el desarrollo de ámbitos ribereños, como
el de Puente Largo o de Cabezadas (si bien este último está aquejado de
multitud de problemas más)
Por tanto, estaba claro que se debía afrontar la actualización de
esta ley del suelo y qué mejor manera que hacerlo en conjunto, prescindiendo de
más “parches” que no hacían sino empeorar las cosas. El momento elegido para
este debate no podía ser más propicio. El urbanismo madrileño, tras años de
fuerte crecimiento y una fortísima corrección posterior, parece estar
recuperándose.
¿Cuál es el problema? En principio, la ley plantea novedades a
priori muy beneficiosas, como planteamientos adaptados a la realidad de cada
municipio. De este modo, municipios de menos de 5.000 habitantes y hasta seis
millones de presupuesto podrían presentar PGOUs simplificados cuando las
actuaciones se centren en sus cascos urbanos, hacer el urbanismo más
transparente y más abierto a la
participación ciudadana. Como colofón, introduce -entre otras- novedades en lo
referente a la regulación de los tipos de suelo.
La nueva ley mantendría las clases de suelo urbano, suelo
urbanizable y no urbanizable, pero en este caso con matices. El suelo que hasta
ahora se consideraba suelo urbanizable no sectorizado, pasaría a ser suelo no
urbanizable común, sobre el que no se podría construir en ningún caso, salvo
que se cambie su clasificación en el planeamiento general, a iniciativa de los
propios ayuntamientos. En suma, la nueva ley pretende simplificar, pretende
quizá el macizado de los cascos urbanos (sobre todo en los municipios de
pequeño tamaño) evitando los crecimientos tentaculares y el exceso de mancha
urbana. El problema es que a algunos municipios esta ley podría serles
sumamente perjudicial.
Entre esos municipios está, lamentablemente, Aranjuez.
Ya decíamos al principio que Aranjuez tenía una serie de problemas
respecto a la profusión de administraciones coexistiendo en un mismo espacio,
sin tener una figura administrativa coordinadora por encima. De hecho, el Plan
de Gestión del Paisaje Cultural intenta cuadrar una fórmula que haga posible al
menos una mayor coordinación a la hora de gestionar el Paisaje Cultural. De
hecho, la creación de este Plan de Gestión fue un imperativo por parte de la
Unesco. Más allá de este Plan de Gestión aún no aprobado y del marasmo
administrativo, cabe decir que buena parte del suelo del término municipal de
Aranjuez cuenta con diversos grados de protección, y existen diversas zonas que
funcionan como charnela de estos espacios, o como zonas tampón (que si bien no
están protegidas en sí mismas, sí están sometidas a ciertas prescripciones para
amortiguar los efectos del desarrollo urbanístico hacia aquellas que sí están
protegidas.
Qué duda cabe que la necesidad de evacuación de sucesivos informes
técnicos, declaraciones de impacto, permisos a diversas administraciones por
ocupaciones o afecciones a terrenos de su titularidad… han ralentizado los
procesos administrativos para poder desarrollar ámbitos que llevan décadas
esperando materializarse.
Contrariamente a lo que suele pensarse, o decirse, Aranjuez sí
tiene suelo industrial, y de hecho no necesitaría siquiera revisar el Plan
General actual para ponerlo en el mercado. Desarrollos como Puente Largo
suponen ya casi 3 millones de metros cuadrados con potencial para ser
destinados en su casi integridad a la generación de actividad productiva. Estamos
hablando de un espacio que acumula ya dos décadas de trámites, desde que se
planteara a finales de los 80-principios de los 90 la construcción de un parque
tecnológico. Tras la voluntad expresada por la multinacional Indra de
instalarse y de ampliar las instalaciones que ya posee en la calle Joaquín
Rodrigo, el 31 de octubre de 2009 se firmó un protocolo a tres bandas entre
Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Aranjuez y el Consejero Delegado de Indra.
Un protocolo que fue ratificado en junio de 2010 por el Gobierno de España, el
Ministerio de Vivienda. Los cambios de gubernamentales y sobre todo normativos
ralentizaron el proceso. En 2010 la Entidad Estatal de Suelo SEPES (propietario
de la mayoría del suelo) llegó a contratar los proyectos, pero estaba en
desacuerdo con el modelo de baja densidad establecido por la Comunidad de
Madrid que chocaba con la rentabilidad que la entidad estatal deseaba. Tras el
enésimo parche en la Ley del Suelo actual (la derogación de la “ley de las
cuatro alturas” arriba referenciada) este problema podría estar en vías de
solución. Paralelamente, un par de años antes, en 2014, se anunció que la
Comunidad de Madrid pondría al propietario del suelo (como decíamos, el
mayoritario, SEPES) una tramitación administrativa “expres” que permitiría a
empresas interesadas como Indra obtener una licencia de obra y actividad en un
periodo máximo de cuatro meses. Sea como fuere, han pasado ya tres años y el
ámbito sigue estancado, pese a que nos consta que se siguen teniendo reuniones
con el propietario estatal del suelo.
Otro sector importante es el conocido como sector IX (una vez que
se unieron los IXa y IXb para hacerlos más competitivos) supone 260.000 metros
cuadrados inmejorablemente situados, posibilitando la instalación o ampliación
de empresas situadas en sus inmediaciones, como el centro de distribución de
Cortefiel. Otros suelos como el de Cabezadas no obstante, como decíamos, se
encuentran sumidos en una serie de “avatares” que en esta ocasión no viene al
caso reseñar, encontrándose en estadios de desarrollo mucho menos avanzados que
estos dos sectores antes referenciados.
Estos dos ámbitos no solo son importantísimos en cuanto a tamaño,
sino en cuanto a posibilidades. Tal y como señalábamos, se trata de espacios
que llevan mucho tiempo esperando ser desarrollados y llevan a sus espaldas
complejos y largos procesos de tramitación administrativa, entendiendo además
que se encuentran en las cercanías de espacios naturales protegidos, como puede
ser el Parque Regional del Sureste o la Reserva Natural del Regajal. Sin
embargo, en estos dos espacios, Puente Largo y sector IX (cerro de la linterna)
estamos hablando de suelos urbanizables no sectorizados. De aprobarse y
materializarse el actual borrador de la Ley del Suelo, que ya ha sido enviado a
la Asamblea de Madrid para su debate parlamentario, Aranjuez podría perder de
facto todo lo proyectado en lo referente a estos dos espacios. Habría
posiblemente que reiniciar todo el planteamiento simplemente por un cambio normativo.
Para Aranjuez supondría un durísimo golpe en sus expectativas de poder hacer
realidad proyectos como el de la Ciudad de Indra (en el que nos consta
estuvieron trabajando los dos anteriores gobiernos) o poder ofrecer en un
futuro suelo a empresas como Cortefiel para la ampliación de sus instalaciones,
entre otros.
Ya advertimos de este peligro en el seno del debate del “Pacto
para el impulso de la actividad económica e iniciativas para el empleo” a
principios del pasado mes de febrero, así como durante el debate de la
propuesta para la revisión del Plan General de Ordenación Urbana. En las
aportaciones que hicimos llegar al documento final, advertíamos sobre la
posibilidad de perder estos desarrollos (fundamentalmente Puente Largo y Cerro
de la Linterna) y preguntábamos por las acciones a seguir para evitar que casi
4 millones de metros cuadrados de suelo industrial se vayan por el retrete) Ya
más recientemente, ante la ausencia de respuestas y preocupados por la llegada
del borrador de Ley del Suelo a la Asamblea de Madrid (lo que augura una
próxima aprobación) se nos confirmaba desde los servicios técnicos municipales
que había que acometer, casi con premura, la sectorización de estos espacios
para evitar su pérdida. Una tarea compleja que también demandará fondos
económicos y que deberán ser contemplados de cara a la próxima elaboración de
los presupuestos municipales.
Como decíamos, estos desarrollos no pueden permanecer más tiempo
en esta situación de impasse . El 4
de abril de 2017 fue aprobado el texto por el Consejo de Gobierno de la
Comunidad de Madrid y se espera que antes del verano esté aprobado, tras lo
cual los municipios tendrán un tiempo (podría ser de cuatro años) para adaptar
su planeamiento a las nuevas disposiciones. De no hacerlo, el plan actual
seguiría vigente pero no se podría realizar ninguna modificación puntual en el
mismo. El actual borrador es producto de un año de negociación en el seno de
una serie de mesas políticas y técnicas en las que ha participado la Federación
Madrileña de Municipios, los Colegios de Arquitectos, de Ingenieros de Caminos,
la federación de asociaciones de vecinos FRAVM, grupos ecologistas, foros
empresariales y promotores urbanísticos, por lo que parece haber contado con un
gran consenso, aunque lamentablemente parece que la problemática de municipios
como Aranjuez no ha sido expuesta o tenida en consideración.
Desde acipa creemos que Aranjuez debe dar la batalla para no ser
de nuevo el pagano y el principal perjudicado de un cambio normativo que por
otra parte sí beneficiará a otros municipios madrileños. Aranjuez lleva décadas
afectado por efectos frontera, por su particularidad geográfica que le hace
estar rodeado de municipios de una comunidad vecina, en ocasiones con
legislaciones más “laxas”, con suelos destinados a actividad productiva a coste
prácticamente cero (y más tras el estallido de la burbuja) con vías de
comunicación obsoletas producto de décadas de desinversión por parte de otras
las administraciones, sufriendo la deslocalización de empresas o la no llegada
de algunas buscando destinos menos complicados en cuanto a trámites
burocráticos (como el sur metropolitano o el corredor del Henares) y ni por
asomo puede permitirse perder dos de sus mejores espacios y con más
expectativas de desarrollo.
Debe plantear las alegaciones oportunas, atendiendo a su
singularidad, por la complejidad de su estructura administrativa y por las
exigentes prescripciones medioambientales que debe cumplir.
La
Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (acipa) eleva al Pleno de la Corporación las siguientes
Propuestas:
- Que los servicios técnicos municipales elaboren las correspondientes alegaciones al borrador de la Ley del Suelo en todos aquellos puntos que puedan resultar perjudiciales para la viabilidad de los desarrollos urbanísticos de Aranjuez y estas sean remitidas tanto al Consejo de Gobierno como a todos los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid para ser incorporadas al debate en la cámara.
- Que dentro del proyecto de elaboración de los presupuestos municipales se incluya la dotación económica suficiente para así poder dar inicio o culminar los planes de sectorización y/o aquellos trámites necesarios de aquellos sectores urbanizables que aún carecen de ellos.
Propuesta Pleno mayo 2017
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