lunes, 10 de abril de 2017

LA QUE SE AVECINA

LA QUE SE AVECINA... 





En política, decir Diego donde antes se dijo digo equivale a ser un "cabronícola". Que sean muchos tus defectos, pero que nadie pueda acusarte jamás de ser un calzonazos político. 

Antes es preferible que te disfraces de Marco Polo y huyas a las Antípodas. Me explico: Si primero apoyas a la alcaldesa de Aranjuez de forma pública en su pleno de investidura, y ahora, cuando más te necesita, la abandonas, la dejas aislada, te conviertes en la Pimpinela Escarlata (la buscan por aquí, la buscan por allá, pero no aparece). 

Le retiras tu apoyo a Cristina y la dejas sola frente a los leones (Morituri te salutant), y lo que es peor: lo haces porque tu iniciativa ha sido tragada por el escotillón de su afanosa búsqueda de poder, porque te has aliado por lo bajinis con una derecha que te entrega el bastón de mando para que gobiernes Aranjuez. Este comportamiento es una forma de decir: ¡Manda huevos y viva la gramática parda, el camelo, el eufemismo, el subterfugio. 

Qué juerga, qué orgía, qué risa, qué suculenta y sandunguera merienda de negros bizantinos y zumbones tienen mis cojones¡ En fin, como decía aquel: "La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero". Hoy, don Jacinto Benavente, te bautizaría a ti y a tu iniciativa con el nombre de Crispín, para que pudieras recitar las palabras de sus Intereses creados: "Noche, poesía, locuras de amante... / ¡Todo ha de servirnos en esta ocasión! / ¡El triunfo es seguro! Pasen y vean. Ya está abierto el primer acto.

                                                                                        Firmado: EL GAUCHO.

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